En 2011 inicié mi andadura bloguera. ¡8 años desde que me atreví a dar el paso! ¡OCHO! Me pregunto si algún día decidiré poner el punto y final a mi propia historia...
El pasado da vértigo
Cuando echo la mirada atrás, me da cierto vértigo. Por una parte pienso que debí empezar mucho antes; tal vez hubiera logrado surfear la ola de la novedad y conseguir oportunidades interesantes. Por otra parte, me averguenzan los errores cometidos que pude evitar con paciencia y sosiego; siento que podría haber hecho las cosas mejor. Sobre todo dejar de lado mi obsesión casi enfermiza por cumplir con todos los mandatos de la buena bloguera; tiempo que estuve gestionando redes sociales a jornada completa y que supuso un desgaste que me pasó factura, obligándome a desconectar.
Respecto a analizar el presente, es un ciclo constante de frustración, desidia e insatisfacción; mientras que pensar en futuro es sinónimo de miedo, pánico y terror.
Autora Indie
A medida que ganaba confianza blogueando, descubrí el potencial de Amazon y opté por ser autora indie. Es cierto que con mi primera novela sin seudónimo probé suerte en editoriales y recibí algunas ofertas, pero descubrir la libertad -en aquel momento estaba tan ciega que no pensé en la responsabilidad- de controlar cada paso, cada decisión, cada beneficio... me llevó a publicar sin intentar retomar mi camino hacia la publicación tradicional. A excepción de mi novela Deshojando Margaritas, pero esa es una historia de la que ya hablé por aquí.
Mis novelas han estado en multitud de ocasiones entre los más vendidos; he recibido todo tipo de críticas y sigo escribiendo con y sin seudónimo. Pero lo cierto es que estoy en un punto donde me siento a la deriva.
Tras abandonar el sello del Grupo Planeta necesité desconectar de todo este mundo... al menos Juliette Sartre necesitaba un respiro; mientras que mi otro yo trataba de encontrar el equilibrio.
Y ahora...
Mi próxima novela
Siempre que tengo ocasión -cosa que he repetido hasta la saciedad- hago referencia al hecho de que escribir es mi terapia favorita. Desde que era una renacuaja me ha ayudado a sentirme mejor; por eso sé que de una manera u otra, escribir es algo que está muy ligado a mí y mi forma de ser.
Sin embargo, las decepciones, las horas de esfuerzo no valoradas, las críticas hirientes y mezquinas... el sentir que el público no conecta conmigo -o yo con ellos- me ha llevado a un momento donde el miedo domina mi vida.
Actualmente, tengo una novela de misterio casi terminada -y digo "casi" porque el miedo no me deja avanzar y terminarla- y no sé qué hacer con ella. ¿Participo en un concurso? ¿La publico en Amazon? ¿La envío a una editorial? ¿Vuelvo a releerla?
Además, he comenzado una novela dramática y otra romántica -esta sí de Juliette- ambientada en los años 20. Proyectos tengo, sí, pero... tengo tanto miedo a acumular una nueva decepción que estoy paralizada. Solo espero sobrevivir al miedo y la frustración, y retomar las riendas de mi vida... quizás el secreto esté en pensar menos y soñar un poco más.
Juliette Sartre
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