Sé que en los últimos días y
hasta que pase mi evento de la Feria del Libro de Madrid, irremediablemente
será mi monotema; porque no soy de las que se quedan de brazos cruzados. No
quiero decir con esto que esté alardeando o esperando que me deis una medallita
o placa conmemorativa a la autora novel más “jartible” del año, NO. Solo os
comparto un hecho irrefutable [risas], y sino que os lo digan los blogueros que
en los últimos días han recibido email de la señorita Sartre o los twitteros
que me sufren a diario.
Algunos compañeros han alabado mi
tenacidad y mi ritmo incansable, pero no soy de piedra; y hoy me levanté con
los sentimientos a flor de piel.
Yo no soy de las personas que
suelen ir recordándole al mundo lo maravillosa que es, ni siquiera cuando los
comentarios positivos vienen de otros. Por eso en ocasiones puedo dar la impresión
de ser frívola o estar sobrada de mí misma; algo completamente falso.
Cuando me ofrecieron ser autora
de Ediciones Tagus no le di mayor importancia, reaccioné igual cuando me
dijeron que iba a un evento a Gran Vía o que acudiría a la Feria del Libro de
Madrid; mis primeras reacciones siempre son de desconfianza y de no valorarme
lo suficiente. Me obligo a tener los pies en el suelo y afrontar las cosas con
entusiasmo y sin relajarme ni esperar que el mundo solo (sin ayuda, por arte de magia) decida un día asumir
que existe una chica de Cádiz que firma erótica con el francés nombre de
Juliette Sartre. Obviamente, llegado el momento siempre me acabo emocionando y
disfrutándolo al máximo; y sobre todo con gratitud.
Hoy que ya se inicia la Feria y
veo como todos están de los nervios compartiendo sus eventos, sus emociones, sus
alegrías, las envidias sanas (y no tan sanas) de los que no irán este año, la
alegría de los lectores por disfrutar de la gran fiesta de los que estamos en
este mundillo… Hoy… hoy me he roto; porque hoy me reafirmo en que la suerte no
se busca, es ella la que te encuentra y porque a veces una también es de carne
y hueso, y tiene que quitarse el traje de superwoman (como me llama mi querida
Miriam Meza) y dejar a un lado “Los besos de Ariadna” y las reacciones de las
lectoras cero, y el marketing, y la nueva novela sin seudónimo, y los problemas
personales, y las lecturas pendientes, y las cuentas del banco, y las ventas, y
los estudios, y la política, y que el PC me vaya raro… hoy necesito desconectar
de todo y SÍ empezar a tomar tila. Por suerte, hoy es San Viernes.
Juliette Sartre.
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