Hola, mi nombre es Juliette Sartre.

Para los que no puedieron acudir al evento de "Chicas tagus" en Madrid, os dejo aquí mi intervención (palabra aquí, palabra allá).



Mi nombre es Juliette Sartre y soy la autora de “Deshojando margaritas”, una novela de romántica para adultos o romántica erótica. En la novela hay dos protagonistas, Gina y Diana, cuyas historias independientes están estructuradas de manera que se intercalan y finalmente se unen en el desenlace. Por una lado, Gina es una escritora frustrada, no está pasando por su mejor momento, pierde el trabajo con el que paga las facturas mientras continua luchando por su sueño y las circunstancias la llevan a aceptar un nuevo empleo donde conoce a James un multimillonario muy atractivo que la conquista. Una serie de acontecimientos que se van produciendo llevan a Gina a la disyuntiva de tener que elegir entre un amor romántico, un amor platónico y un amor sexual. Por otro lado, está Diana una joven que inicia sus estudios universitarios y conoce a Lola; entre las dos se establece una amistad muy especial que cambia la vida de Diana para siempre. Finalmente, los caminos de Diana y Gina se cruzan culminando con el desenlace de sus propias historias.


Nunca me hubiese imaginado escribiendo en este género. Yo NO me decanté por la erótica porque fuera consumidora de este tipo de literatura, creo que habré leído dos, a los sumo, tres novelas eróticas en mi vida. No he leído 50sombras ni tengo intención de leerla. No es un género que este entre mis preferencias; tengo la manía (inconscientemente) de llevar la contraria en gustos a la gente y es que me ha pasado con muchos bestsellers que al final he pecado y los he leído, y no me gustan; y a lo mejor otro libro que es menos conocido o no tiene tanta repercusión y para mí es una joyita.

El caso es que tampoco fue porque tuviera grandes expectativas porque sea un género que en los últimos años se ha posicionado en los primeros puestos de venta. 


Para mí fue un reto personal. En una de las escenas de un proyecto en el que estaba trabajando, los protagonistas mantenían un momento íntimo y, en lugar de entrar en detalles, desarrollarlo y demás, me limité a reducirlo a una línea escueta y sosa “Mientras, en un baño público, Mary y Peter se dejaban llevar por la pasión”. Algunos lectores me criticaron (y con razón) y para mí fue como un toque de atención, como un desafío, en lugar de asumir y decir “venga me he equivocado, voy a tratar de mejorar”. Fue en plan… “¿Qué te crees que no puedo escribir erótica? Pues ahora te vas a enterar” ya os digo, sin grandes expectativas, para demostrarme a mí misma que también podía escribir erótica. Y pasé de un extremo a otro. De ser un tema tabú o que desechaba, pasé al sexo explícito. Quiero hacer una puntualización sobre mi novela y es que 


Deshojando margaritas es una novela que contiene escenas de sexualidad explicita, pero cuyas escenas son el complemento de una trama con un argumento, un propósito y una intención de divertimento; incluso un trasfondo de crítica social porque rompo esquemas y llevo a los personajes al extremo psicológico.


Retomando el tema, esa historia que comenzó como un borrador sin filtros ni censura, ni límites, ya no por los temas que trata o como los trata si no porque yo pensaba “mira voy a escribir esto, voy a ponerle una tirita a mi ego, y si gusta bien y si no tan bien; total como no soy yo, es Juliette; que en definitiva para mí era otro personaje más que había creado. El caso es que esa historia erótica fue creciendo, tomando forma, y acabó siendo “Deshojando margaritas” y teniendo un hueco en Ediciones Tagus. Algo ni me plantee ni busqué y me ha llevado a un evento en la mítica Gran Vía de Madrid y firmando como Juliette Sartre. 

Gracias a todos por apoyarme siempre. 
Un beso, Juliette Sartre.

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